New Mills, en Derbyshire, a poco más de 20 kilómetros de Manchester, no parece el lugar ideal para el surgimiento de una de las bandas definitivas de la segunda ola del punk británico. No puede haber caldo de cultivo mejor que una aburrida pequeña ciudad, de poco más de 10.000 habitantes, en mitad de ningún sitio, dónde no hay nada que hacer y en la que el personaje más popular de ella salido es un futbolista del siglo XIX que jugó en el Notts County…
… Sin embargo de New Mills iba a surgir la banda punk más grande del noroeste de Inglaterra: Blitz. Una formación nacida para dominar pero cuyas “tensiones internas” por el rumbo musical que seguir y la falta de una persona que gestionara su carrera les llevó a separar sus caminos en 1983. Justo cuando acaban de llegar a la lista nacional de singles, superando los tops indies o punk.
No solo se encargaron de vender miles de discos, también encarnaron físicamente el sueño de armonía tribal entre punks y skinheads. Siguen siendo tan influyentes ahora como entonces, sus álbumes continúan siendo reconocidos como una gran referencia para innumerables bandas de todo el mundo. Lo que inquieta es que, si sus cartas hubieran sido repartidas de manera ligeramente diferente, Blitz podrían haber sido cada vez más grandes y, tal vez, incluso estarían girando a día de hoy, pero dejaron tras de sí un rastro de lanzamientos innovadores y seguidores felices…
A1 The Killing Dream
A2 All You Want
A3 Overdrive
A4 Empire Fall
A5 Intermission 1
A6 Those Days
A7 Intermission 2
B1 Final Hour
B2 Thrown Away
B3 Don’t Care
B4 Lady Anne
B5 Walk Away
B6 Fade