Los Paniks son el mito más celebrado en las cavernas vizcaínas donde explosiona el rock’n’roll más crudo y visceral.
Más de 20 años de trayectoria intermitente, a la que asoman varios trallazos ocasionales, donde destilan fiereza, contundencia y salvajismo, pero siempre controlado, manteniendo la flema, sin perder la compostura y el estilo. Como diciendo, os vamos a reventar pero sin despeinarnos. Rioja desgañitándose en cada verso, escupiendo en cada estrofa y vomitando cada tema, mientras su guitarra desmelenada expele riffs ponzoñosos sin freno apoyado en una base rítmica sin aderezos ni alardes, básica pero rigurosa, esencial para clavar el sonido áspero y emocionante de estos insignes olvidados que, 20 años después, reclaman su espacio en el panteón del mejor garage punk que se ha facturado en la península.
The Panik Kontroversy fue su debut discográfico. Data de 2003, por lo que celebramos su 20º cumpleaños editando versión LP, porque en su día sólo fue editado en CD. Llegó, explosionó, dejó una huella indeleble en los que pudieron catarlo y el paso del tiempo lo sepultó. Sin embargo, muchas de sus canciones siguen siendo parte del repertorio esencial que la banda sigue poniendo hoy en día en escena, y alcanzan la etiqueta de himnos en las cabezas de muchos de sus fieles fans que, aún hoy, cuando ven a Los Paniks salir de su cueva para tocar en directo, sienten esa sensación de que va a ser un gran día. Que van a ser sacudidos pero que lo van a gozar como solo las experiencias al límite lo consiguen.
Es posible que no conozcas a Los Paniks y pensarás que me estoy sobrando. O puede ser que, si sigues a Family Spree, ya te topases en su día con el EP «Maribel», editado allá por 2019, y que te ganaran para su causa. Si no fue así, tienes la ocasión de empezar el libro por el primer capítulo, y de ese modo, no perder el hilo de la grandeza y brutalidad de esta banda desde sus orígenes. Pincha «Shot gun blast», el título que abre el disco, pero hazlo agarrado a algo que te dé seguridad, porque vas a sentir una hostia monumental en tu barbilla y te van a llevar al límite. Y luego sumérgete en el abismo del resto del disco.
Si necesitas referencias lo tienes fácil: estos tíos han mamado a los Oblivians, Cramps, Gun Club, el Back from the Grave y todo el catálogo de Crypt, el Medway garage y mucho 60’s maximum rhythm & blues.
El título es un homenaje a los Kinks, pero no te confundas. Lo que contiene hubiera confinado a los Davies en un cotolengo antes de acabar la cara A. Porque la controversia de los Paniks es suya, es propia, es peor en el sentido de más torturada, o sea que es mejor y, desde luego, es irrepetible.
Ya estás tardando en someterte a esta experiencia! Cuando acabes, con traumas o sin ellos, ya serás uno más de sus silentes y esperanzados seguidores.
A1 Shot gun blast
A2 I got a love
A3 Alvarez Kelly
A4 We were 7
A5 She’s my witch
A6 The plage
A7 Hurt me
B1 Back to nature
B2 Blue moon
B3 Panik boogie
B4 Marie’s the name
B5 Don’t care
B6 Fire of love
B7 Love!!
