La música no debería entrar a hombros ni a la fuerza en las estanterías de los discos de ninguna población, sino que la población debería inducirse a sí misma a disfrutar de la música y desarrollar un gusto personal, cada alma debería formarse su propia opinión, una pasión es tanto más grande si ha surgido de una selección cruzada de experiencias. Generalmente, si una determinada “cosa” se convierte en un gran éxito, ese éxito se hace mayor por la boca persuasiva masiva de la prensa, según algunas normas cuanto más pop y más publicitado, como más inmoral. La popularidad de la música popular ha abierto una brecha que permite la introducción de material de segunda categoría, lo cual es lamentable porque creo que la mala música es mucho peor que la ausencia total de música. La popularidad a veces me asusta porque tiende a avalar la mala música. Basta con observar lo que la gente alaba en las artes, sopesar cuánto es incomprensible y cuánto se pretende que se comprenda. Bach es, popular en minoría por méritos propios, no por una moda contagiosa, así me gusta a mí. Muchos pueden cantar afinado, pocos (menos incluso) pueden gritar. Jay Hawkins fue y es único, disfrutó de su monopolio a caballo entre el Rhythm y el Blues. Era joven, y gritar era el medio para un fin, este álbum no es el fin, ni el principio de. Es una cara del Sr. Hawkins, su noche y su día.
A1 Night And Day
A2 In My Dream
A3 I Wanna Know
A4 Your Kind Of Love
A5 Change Your Ways
A6 Serving Time
B1 Alright, O.K. You Win
B2 Please Forgive Me
B3 Move Me
B4 I’m So Glad
B5 My Marion
B6 All Night